Como un monstruo bajo la cama que acecha cada noche sin que te des cuenta. Como un cajón con llave cerrado en nuestro interior que, alguien, un día cualquiera, te lo abre y no lo puedes volver a cerrar jamás. No eres lo suficientemente buena, no deberías lograr lo que estás consiguiendo, no mereces estar aquí.
El Síndrome de la Impostora es ese monstruo, ese cajón.
A través de estas páginas quiero comprender cómo acabé sufriendo esta sensación, y cómo casi todas las mujeres -creativas o no- lo han padecido alguna vez, o siempre. Esto es un desahogo, un encuentro entre tú, lector, y yo. Para comprendernos, para aprendernos, para encontrar las razones. Te voy a explicar las mías, desde el principio de los principios y ojalá, un día, me cuentes las tuyas.
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