El sistema consumista aleja a la gente de la naturaleza, cada vez hay más dispositivos de diversión, hemos conectado con el mundo, pero nos hemos desconectado de nosotros mismos, de nuestro entorno. Hemos dejado de comunicarnos de corazón a corazón, de tú a tú.
Nuestros pies desnudos conectan con el campo magnético de la tierra, soltamos tensiones, sentimos vibrar la piel y nos recargamos de energía. Para sanar, hay que limpiar, y abrazar un árbol es una ceremonia con la naturaleza, conectar con su medicina es el acto más bondadoso que puedes regalarte. Los árboles son seres vivos y al abrazarlos experimentamos sensaciones que pueden asustarte, porque son capaces de hacerte ver, Ser.
Quiero que a través de las hierbas terapéuticas depurativas, mejores tus funciones orgánicas y también tu salud psicoemocional.
Hacerte llegar el olor de las hierbas mágicas, de los bosques sonoros, hacerte partícipe de mi historia. Y que, a partir de ahí, comiences a sentir la tuya.
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